Las tres criaturas de idhun
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 Ketros y el dragón dorado (Título provisional)

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Yondy
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Yondy


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MensajeTema: Ketros y el dragón dorado (Título provisional)   Ketros y el dragón dorado (Título provisional) EmptySáb Sep 27, 2008 12:34 am

Título: Ketros y el dragón dorado
Autor: Aquí me llamáis Yondy, ¿no?
Género: Fantasía.
Sinopsis: Delos vive en Niargath, y su villa está siendo azotada por otras naciones que intentan hacerse con el poder de la nieve. Sólo hay una posiblidad de salvar a Niargath, o al menos, eso cree Delos...
Personajes: Delos, Neridas, y... (nunca le he encontrado la gracia a este apartado.
Ambientación: Otro mundo, pero también cubierto por la ignorancia humana, gñ...
Otros: Gracias a Lisël y a marian84, por inspirarme con sus (magníficas) historias. Vosotros sí que moláis Cool .

______________________________________________________________________________________________

Delos


Muchos dicen que fue leyenda, otros que fue realidad.
Lo único en lo que ambos estan de acuerdo, es que eso ya no ocurre. ¿Por qué ya no ocurre? ¿Es eso cierto? Ambas preguntas me han conducido a narraros esto, y ambas respuestas las que os conducen a vosotros a leerlo.
Me llamo Delos y vivo en Niargath, tierra de los humanos detras de las montañas cubiertas de nieve.
Todos os preguntaréis: ¿Niargath? Bien, os responderé. Hay doce tierras de humanos, y Niargath es la segunda más pequeña.
A nuestra pequeña villa le sobra el agua, y ése es el motivo por el cual la guerra ha llegado a nuestras casas.
No todo el mundo tiene el privilegio de tener nieve al lado de la villa, y se debían hacer grandes cruzadas para alcanzar los mares, ya que las doce tierras humanas estaban a menos de cinco kilómetros entre sí pero a varios miles de kilómetros del mar.
Las dos naciones humanas más grandes están disputando el poder de Niargath, y azotando a nuestro pueblo. Solo hay una opción a la que podemos recurrir. En el otro lado de la montaña hay una cueva, donde vive lo que podría ser la más terrible de las amenazas, pero a la vez el más formidable de los aliados. Se trataba de Ketros, el príncipe de los Elfos Oscuros, y su dragón dorado, Larak. Ketros era uno de los espadachines más temibles del mundo, y, aunque era el príncipe de los Elfos Oscuros, el era un semielfo.
Pero todo a su debido tiempo.
En la víspera de la elección del líder de la aldea, todos estaban preparando la gran celebración. Yo estaba construyendo el cartel, junto con mi padre.
-¡Delos! -gritó él-. ¡Pásame la pintura negra!
-Sí, papá -contesté yo, cogiendo dos potes de pintura negra.
-Gracias, hijo. ¿Puedes ir a buscar a Neri?
Neridas era mi hermana, mi adorable hermana pequeña, con su cabello rubio hasta los omoplatos, sus pequeños ojos azules y sus cachetes divertidamente hinchados. Si hay algo en el mundo que quiera más, ésa es mi hermanita.
-De acuerdo, papá -dije, pues la letra de mi hermana era muy elegante, y mi padre la necesitaba para completar el cartel.
Recorrí las calles, rebosantes de actividad hasta una casita de madera. Abrí la puerta y dije:
-¡Neri!, ¡Papá te está esperando para completar el cartel!
-¡Ahora voy, Del! -contestó su vocecita aguda-. ¡Espera que acabe la comida!
Neridas, al igual que mamá, también era una excelente cocinera, y estaba preparando una parte de la comida para el gran banquete de después de la celebración.
-Ya estoy, Del -dijo, saliendo de la cocinita. Hoy llevaba un elegante vestido azul, como la tradición dictaba. Todas las niñas rubias deberían llevar vestido azul, las morenas uno rojo, y las pelirrojas de verde.
-Vamos, que papá nos espera -apremié yo.
-Sí -contestó.
Fuimos a lo largo de todas las calles, donde la gente preparaba comida o numeros de circo, o montaba mesas. Finallmente, llegamos hasta mi padre.
-Ya está, papá -dije yo.
-Muy bien, Delos. Ve a ayudar a Garrader con las mesas.
-De acuerdo, papá.
Dejé a mi padre y a Neridas preparando el gran cartel, y fui a ayudar al padre de mi mejor amigo con las mesas.
Pasadas dos o tres casas, encontré a Nireon, mi mejor amigo, y a Garrader, su padre.
-Señor Garrader, mi padre me ha dicho que le ayude con las mesas.
-Sí, no me vendría mal una ayuda -dijo Garrader-. He dejado leña cortada en el bosque, junto a las mesas ¿Podrías ir a buscarlas con Nireon?
-De acuerdo, señor Garrader -acepté-. Vamos, Nir.
Fuimos caminando y charlando durante un buen rato, diciendo cosas como:
-Mi padre me ha hecho trabajar mucho, entre las mesas, las cajas y el resto... ¿Tú que has hecho, Del?
-He trabajado con el cartel, trayéndole potes de pintura a mi padre, he ayudado al señor Fardet con la limpieza de la plaza y he hecho la lista de comida -contesté yo.
-¿Tú a quien crees que van a elegir? -me preguntó Nireon.
-Entre el señor Fardet, Thomas o tu padre -sonreí.
-Sinceramente, creo que le tendrían que elegir a él, pero como Thomas mató al oso...
El incidente del oso fue una cosa que había alarmado a toda la aldea. Había un oso de dos metros que destruía granjas de las afueras, y también los colectores de nieve. Thomas, un candidato para líder de la villa, se enfrentó al oso, y, después de unos días de planes y enfrentamientos, consiguió capturarle, pero a precio de quedar con la casa completamente destruida, y su esposa muerta.
-Eso fue un acto de valentía por su parte, Nir. Además perdió a su esposa.
-Es verdad... Pero votaré igualmente a mi padre -dijo Nireon, sonriendo.
-Hemos llegado.
El gran bosque estaba completamente oscuro, ya que era muy de noche. Nireon encendió una vela y haciéndome señales, entramos los dos en el bosque.
-Según mi padre la madera está al lado de la cabaña del señor Fardet -me dijo.
-Vayamos.
Caminamos un largo trozo hasta el bosque, hasta que encontramos una lucecilla, y, siguiéndola, llegamos a una pequeña cabaña con un cobertizo al lado.
-¡Señor Fardet! -le llamó Nireon-. ¡Mi padre me ha mandado a buscar la leña!
Pero el señor Fardet no contestó.
-Voy a mirar, quédate aquí por si acaso -me dijo, entregándome la vela.
-De acuerdo.
Nireon entró en la cabaña oscura del señor Fardet, y encendió la vela que había dentro.
Luego, oí un grito que resonó por todo el oscuro bosque, y me estremecí, tanto que me quedé paralizado.
Nireon salió de la cabaña, con la cara aterrorizada, arrastrando sus pies, pálido como un fantasma.
-El... Far... Farde... Mu... Dec... Le han... Mat... Está... Dec... -tartamudeó.
-¿¡Qué, Nireon!? -pregunté gritando, sin entender a Nireon, a pesar de ser consciente de que lo que me iba a decir era horrible.
-Far... Fardet... Le han... Está... -siguió tartamudeando Nireon, temblando violentamente.
Caminé lentamente hacia la cabaña, luchando contra los temblores y estremecimientos que me sacudían. Pasé la puerta abierta e iluminé la cabaña. Grité hasta que los pulmones me lo permitieron, y me horrorizé, me quedé temblando donde estaba, paralizado.
Allí estaba el señor Fardet, decapitado.
-Del... Delos -tartamudeó Nireon-. Vienen... Son de Excar...
Yo era consciente de que debía salir corriendo tanto como me lo permitiesen las piernas, pero no podía, ya que el terror irracional me paralizó.
-¡Delos! -gritó Nireon-. ¡Corre! ¡Nos van a matar!
Me giré lentamente, y ví como Nireon me gritaba arriesgando su vida para salvar la mía.
-Corre, Nir...eon. Corre -pude decir.
-¡NO! -gritó Nireon.
Oí el crujir de una rama.
-Nireon... ya están aquí -dije.
-¡Ven, Delos! -volvió a gritar.
Cerré los ojos, más horrorizado de lo que estaba porque no me podía mover. Cuando los abrí, sólo encontre la vela de Nireon. De repente, me ví envuelto en un manto de oscuridad.

Lorir


Sylan se sentó con calma en el sillón, asumiendo las palabras de su siervo.
-Así que debo entender que el Escuadrón Silencioso ha fracasado -dijo con su voz grave característica, que denotaba peligro-. Eso no me gusta.
-Lo siento, señor -dijo el siervo, que seguía arrodillado en una reverencia.
-Tu no debes sentir nada, mísero siervo. Solo debes actuar. Y te he pedido que le transmitieses al escuadrón el plan directamente.
-No fue eso, señor -contestó el siervo-. Alguien mató a todo el escuadrón, siendo más silencioso que los propios soldados.
Sylan suspiró y se colocó una mano en la barbilla.
-¿Alguna idea de quien puede ser?
-No nos ha dado tiempo de investigar, señor, pero la situación lo dice todo.
Sylan deslizó la mano que le sostenía la barbilla hacia la frente.
-Sólo són tres palabras -dijo Sylan con gravedad-: Ketros ha vuelto.
-¿Desea algo, señor? -preguntó el siervo.
-Sí. Trae a Lorir.
-Sus deseos són órdenes -contestó el siervo mientras se iba.
-No era un deseo, era una orden -dijo Sylan para sus adentros.
Ketros había vuelto. Esas tres palaras significaban mucho más para él que para el resto. Sylan se levantó de su sillón y se encaminó hacia la ventana.
Él, Sylan Rakdeness, rey del Reino de Excarion, prometía acabar con Ketros, que tanto había entorpecido en su tarea. Durante los últimos años había intentado conquistar todo aquél sitio que tuviese contacto con el agua, y Ketros era su opositor más peligroso. Él solo ya había acabado con muchos intentos de conquista, pero un día desapareció misteriosamente, y se convirtió en una leyenda narrada generación tras generación.
La puerta se abrió, y una figura pasó con elegancia nata por toda la sala.
-Acércate, Lorir -le pidió Sylan.
Lorir obedeció sin mediar palabra.
-Ketros ha vuelto -acertó Lorir.
-¿Sabes lo que significa eso?
Lorir sabía lo que implicaba que Ketros hubiese vuelto, pero dejó acabar a Sylan la frase.
-El renacimiento de los Elementales -escupió Sylan con desdén, aunque con cierto toque de temor.
-¿Por qué me has traído aquí? -preguntó Lorir, quien quería ir al grano aún conociendo la respuesta.
Sylan miró a Lorir directamente a los ojos azul oscuro.
-Ya conoces la respuesta -dijo Sylan-. Quiero que vayas a Niargath y que continúes con la purga. No quiero ni rastro de posibles Elementales.
-¿Y Ketros? -dijo Lorir, aunque conociendo también la respuesta.
-Es lógico que intervendrá. Enfréntate a él.
-Trato hecho.
Para cuando Sylan iba a despedirse, Lorir ya no estaba allí, pero el manto de oscuridad que había dejado atrás se hacía evidente.


Última edición por Yondy el Dom Dic 21, 2008 11:13 pm, editado 1 vez
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MensajeTema: Re: Ketros y el dragón dorado (Título provisional)   Ketros y el dragón dorado (Título provisional) EmptySáb Sep 27, 2008 1:00 am

Magnifico, Yond... me encanta!! ^^
Es genial, muy bien escrito, emocionante e intrigante... qiero qe sigas ya!!!! (cmo no sigas envio al joker a matarte, eh?? xD)
solo hay dos pequeñas cosas que no entiendo (las cuales llegaré a entenderlas si sigues escribiendo, pero como soy muy impaciente, pues es lo que tiene)
1. Qué edad tiene Delos? ^^
y 2. Qué son los Exc? xD

Sigue pronto!!!
Lis*

PD: Sigo flipando xk te hayas inspirado por mi mierdecilla histora de Gael y Mair O.O xD
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MensajeTema: Re: Ketros y el dragón dorado (Título provisional)   Ketros y el dragón dorado (Título provisional) EmptyDom Dic 21, 2008 11:08 pm

Segundo trozo (aunque los que me conozcan sabrán que lo adjunto al primer post igualmente...)
Porcierto, lisël, alias señoraqueeslaunicaquesehadignadoacomentar (esto va para el resto de pardillos ¬¬) :
1. Delos es adolescente (y tiene Copright, señor Klar)
2. Ya lo verás ahora.
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Lorir


Sylan se sentó con calma en el sillón, asumiendo las palabras de su siervo.
-Así que debo entender que el Escuadrón Silencioso ha fracasado -dijo con su voz grave característica, que denotaba peligro-. Eso no me gusta.
-Lo siento, señor -dijo el siervo, que seguía arrodillado en una reverencia.
-Tu no debes sentir nada, mísero siervo. Solo debes actuar. Y te he pedido que le transmitieses al escuadrón el plan directamente.
-No fue eso, señor -contestó el siervo-. Alguien mató a todo el escuadrón, siendo más silencioso que los propios soldados.
Sylan suspiró y se colocó una mano en la barbilla.
-¿Alguna idea de quien puede ser?
-No nos ha dado tiempo de investigar, señor, pero la situación lo dice todo.
Sylan deslizó la mano que le sostenía la barbilla hacia la frente.
-Sólo són tres palabras -dijo Sylan con gravedad-: Ketros ha vuelto.
-¿Desea algo, señor? -preguntó el siervo.
-Sí. Trae a Lorir.
-Sus deseos són órdenes -contestó el siervo mientras se iba.
-No era un deseo, era una orden -dijo Sylan para sus adentros.
Ketros había vuelto. Esas tres palaras significaban mucho más para él que para el resto. Sylan se levantó de su sillón y se encaminó hacia la ventana.
Él, Sylan Rakdeness, rey del Reino de Excarion, prometía acabar con Ketros, que tanto había entorpecido en su tarea. Durante los últimos años había intentado conquistar todo aquél sitio que tuviese contacto con el agua, y Ketros era su opositor más peligroso. Él solo ya había acabado con muchos intentos de conquista, pero un día desapareció misteriosamente, y se convirtió en una leyenda narrada generación tras generación.
La puerta se abrió, y una figura pasó con elegancia nata por toda la sala.
-Acércate, Lorir -le pidió Sylan.
Lorir obedeció sin mediar palabra.
-Ketros ha vuelto -acertó Lorir.
-¿Sabes lo que significa eso?
Lorir sabía lo que implicaba que Ketros hubiese vuelto, pero dejó acabar a Sylan la frase.
-El renacimiento de los Elementales -escupió Sylan con desdén, aunque con cierto toque de temor.
-¿Por qué me has traído aquí? -preguntó Lorir, quien quería ir al grano aún conociendo la respuesta.
Sylan miró a Lorir directamente a los ojos azul oscuro.
-Ya conoces la respuesta -dijo Sylan-. Quiero que vayas a Niargath y que continúes con la purga. No quiero ni rastro de posibles Elementales.
-¿Y Ketros? -dijo Lorir, aunque conociendo también la respuesta.
-Es lógico que intervendrá. Enfréntate a él.
-Trato hecho.
Para cuando Sylan iba a despedirse, Lorir ya no estaba allí, pero el manto de oscuridad que había dejado atrás se hacía evidente.
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¿Qué hara Lorir? ¿Como acabará la disputa entre Niargath y el reino de Excarion? ¿Qué són los Elementales?
Todo esto y sólo si a mí me da la gana, en la siguiente publicación (¿La palabra "publicación" existe? También en la siguiente publi... entrega).
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MensajeTema: Re: Ketros y el dragón dorado (Título provisional)   Ketros y el dragón dorado (Título provisional) EmptyDom Dic 21, 2008 11:19 pm

Chapó, Yondy!!
Me encanta, me encanta, me encanta... y no sigo porque seria repetirme a mi misma xD
Pues eso, que sigas, plis plis plis plis plisssss (hoy parezco un disco rallado xD)

Los elementales... suena bien, suena bien xD
Y Lorir mola ^^

Pues eso, que sigas,porfa! Smile

Nos leemos!
Lis*
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Marian
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MensajeTema: Re: Ketros y el dragón dorado (Título provisional)   Ketros y el dragón dorado (Título provisional) EmptySáb Dic 27, 2008 11:40 pm

O.O espera espera ¿¡COMO!? ¿¡Puede existir algo tan MARAVILLOSO!?
Ejem... es decir, que me encanta xD
Está chulísima Yondy, sigue así (porque si no...¬¬ xDD)

Pero una cosa.. ¿Lorir es una tia o un tio? =S
Y eso de elementales... *O*

¡¡Sigue!! Es una orden xDD
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Yondy
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MensajeTema: Re: Ketros y el dragón dorado (Título provisional)   Ketros y el dragón dorado (Título provisional) EmptyMiér Ago 11, 2010 3:54 pm

Vale, después de este hipermegacacho no os podréis quejar en muucho tiempo. Como no tengo mucho que decir y el capítulo es muuy largo, sin más, os dejo a:





Ketros




Me desperté. No pude abrir los ojos, cada músculo de mi cuerpo requería esfuerzos para activarse. Al cabo de un rato, me levanté con cada fibra del cuerpo doliéndome, como si hubiera sido lanzado con fuerza contra algún objeto. Miré a mi alrededor. Un torrente de recuerdos invadió mi mente. El grito de Nireon, la cabeza del señor Fardet, soldados de Excarion, la vela de Nireon, y luego, oscuridad.
Parecía que allí se hubiese librado una batalla, los cuerpos de los soldados de Excarion yacían inmóviles por el suelo. Me estremecí. Todos habían sido asesinados, habían heridas de espada en los órganos vitales de los soldados. Me fallaron las rodillas y caí al suelo. Estuve un rato sin reaccionar, inmóvil, en el suelo, aturdido. Luego, me eché a llorar. No sé definir exactamente el tiempo que estuve llorando; quizás quince minutos, quizás dos horas. Débil y aterrorizado, me levanté y me dirigí a la cabaña del señor Fardet. Él era viudo y no tenía ninguna esposa que le llorara la muerte. Ni el cuerpo ni la cabeza seguían allí, alguien se los había llevado. De pronto, me pareció la cabaña un lugar siniestro. Decidí encaminarme al pueblo para informar a la gente de los sucesos. Me fallaban las piernas y recordé que no había comido nada desde la mañana anterior, pero seguí caminando. Todo el bosque me pareció siniestro, con los cuerpos de los Soldados Silenciosos por el suelo. En lugar de un bosque parecía un cementerio. No era el bosque en el que Nireon y yo habíamos reído y compartido bromas. Nireon. ¿Dónde estaría ahora mi amigo?
Tropecé con las raíces de un árbol y caí al suelo. Me costó esfuerzos volver a levantarme. Sabía que si paraba a descansar o me volvía a caer no volvería a levantarme en largas horas. En estos momentos me encontraba vacío, cansado y hambriento. Pero debía avisar al pueblo. Era mi deber como Niargathino. Necesitaba el cobijo del abrazo de mi madre, sus tranquilizadoras palabras, su tono conciliador. Y las palabras de mi padre, que siempre que te sentías culpable de algo te hablaba de una manera en que recuperabas los ánimos rápidamente. Recordé la comida que se servía cada mediodía en la mesa de mi casa y el aroma que desprendía. Eso me dio ánimo para seguir caminando. El camino se me hizo mucho más largo que la otra noche. Paré en un claro.
El sol se ocultaba entre densas nubes, sólo emitía una pálida luz, pero la suficiente como para dejar claro el camino que yo debía seguir.
Hasta el tiempo concuerda con mi estado de ánimo, pensé, y una sonrisa se asomó a las comisuras de mis labios. Por fin una sonrisa.
Ya veía el humo de las chimeneas de las casas. Había bastante más de lo que había normalmente, aunque nunca me hubiese fijado en la cantidad de humo que había en el cielo durante toda mi vida.
Es el frío, pensé, últimamente hace mucho más frío de lo que debería hacer en primavera.
Pero cuando me fui acercando más, la cruda realidad se vio reflejada en mis ojos. Como una pesadilla hecha realidad. Múltiples casas ardían en llamas, las que no habían sucumbido ya a ellas eran minoría, y cada vez habían más reducidas a cenizas.
Pese a eso, había gente viva, había gente luchando contra las llamas y manteniendo la esperanza.
Le pegué un puñetazo a un árbol con furia, ignorando el dolor que me produjo.
¡Ojalá el fuego se fuera con su destrucción y sus incendios a otra parte!, rugí para mis adentros. Empecé a bajar corriendo hacia el pueblo, ignorando el cansancio que tenía en esos momentos.
Ahora hacía mucho más viento, como si el viento se hubiese puesto acorde con mi furia. Pero demasiado acorde. El viento me empujó, me caí y di dos volteretas en el suelo involuntariamente antes de que una roca parase mi recorrido con un impacto.
Gruñí de dolor, pero levantándome rápidamente. Lo que faltaba, el viento.
Luego pasó algo inesperado. Quizá el viento me tirase al suelo, sí, pero luego, con un vendaval aún más violento, que tuve que sostenerme de la misma roca que me había parado para no volver a caer, empezó a apaciguar las llamas. El fuego, como un enorme y temible monstruo, estaba retrocediendo ante el formidable viento.
Me tapé la cara con un brazo a causa de las cenizas que ya empezaban a levantarse y con el otro me aferré a la piedra.
El fuego había cesado, pero no el viento.
Algunos de los árboles que había por los alrededores empezaron a partirse o a caer, algunos cayeron sobre casas y otros, los más nuevos, salieron volando.
El viento cesaba poco a poco, como si fuera una sola cosa corriendo Mundo a través.
Las cenizas y el hollín habían cubierto Niargath, aunque aun habían casas en pie. Sin pensarlo dos veces, eché a correr hacia donde estaba situada mi casa. No tardé en colocarme delante de la puerta, y entré rápidamente. Tanto, que cuando la puerta se abrió de golpe mi madre dio un respingo y gritó. Luego exclamó:
-¡Delos, hijo! ¡Creíamos que se te habían llevado! ¿Dónde estabas?
Algunas lágrimas recorrieron el rostro de mi madre. Fui incapaz de decir nada, estaba demasiado absorto en todo lo que había pasado. Intenté farfullar alguna cosa, pero no lo conseguí.
-Tu padre ha estado toda la mañana buscándote y trabajando a la vez –hablaba rápidamente, como si estuviese conversando conmigo a contrarreloj-, está hecho polvo. Ayer vinieron de Excarion. Siempre supe que ese maldito rey Rakdeness era un rey corrupto que ansia más poder –dijo con desdén. Luego, empezó a susurrar-: Neridas está arriba, tiene una especie de shock. Ayer, cuando vinieron los Soldados de Excarion aquí ella estaba sola buscando nosequé pintura y nosequé pincel para unos carteles, irrumpieron en la casa y la amenazaron con todo tipo de armas. Preguntaron: “¿Dónde está él?”. Neridas no sabía a quién se referían y no contestó. La tiraron al suelo como quien tira una muñeca de trapo y se fueron sin mediar palabra. Tu padre y yo suponemos que se refería a tu padre, y él también está muy arrepentido.
Mi madre suspiró. Cuando se ponía nerviosa siempre hablaba muy rápido, y nunca se daba cuenta de lo que tenía a su alrededor.
-¡Ay, hijo! –gritó de repente su madre-.¡Tienes muy mal aspecto! ¿Dónde has estado, que te ha pasado? ¿Cómo está Nireon?
-Nir… ¿Nireon no está aquí? –balbuceé-. Fui… fuimos a buscar leña al señor Fardet, y lo encontramos muerto en su cabaña y nos horrorizamos y luego Nireon desapareció y…
Volví a romper a llorar.
-Tranquilo, hijo. Tú descansa.
Como si mi cuerpo estuviese completamente de acuerdo con aquella orden, caí desplomado delante de mi madre, inmerso en un profundo sueño.



Lorir se había apresurado mucho. Llevaba ya unas cinco millas corriendo, pero todavía no estaba cansado ni sediento. Él era así. Los elfos podían estar más de cinco días sin comer y dos días corriendo sin parar. Corría silencioso como una sombra errante por encima de los árboles, de rama en rama, seguido de su propio escuadrón de élite formado exclusivamente por elfos.
Solyo, el asesino más conocido en todo el Mundo, llamado “la Sombra” por los humanos, le seguía en línea paralela.
Karhart, el Hechicero Negro, se balanceaba ágilmente por los árboles detrás de su líder.
Nydarhi, hermano menor de Lorir, prefería correr al raso y se encontraba debajo de ellos.
Y Karam, el hermano gemelo de Ketros, que iba por su cuenta bastante separado del grupo.
Ellos eran el escuadrón de élite de Lorir, aliados formidables y enemigos temibles. No actuaban por codicia, solo por interés propio.
-¿Cuánto falta? –gruñó amargamente Karam.
-Paciencia, amigo –dijo Solyo, sonriendo-. Tarde o temprano el cazador será cazado.
-Media hora –anunció Lorir para todo el grupo.
Karam aulló a la negrura de la noche, eufórico y Nydarhi y Karhart asintieron con una sonrisa siniestra en los labios.
Ellos eran, al fin y al cabo, las Sombras Errantes que danzaban por la negrura de la noche, y todos sabían que ninguna presa tenía poder para huir de ellos.



Me desperté. Estaba en mi habitación, y de repente una sensación de comodidad y familiaridad inundó todo mi ser. Miré por la ventana. Era de noche, y, según el calendario lunar que tenía en los estantes, hoy había luna llena. La luna estaba tapada por una gran nube, que en media hora aproximadamente se alejaría y dejaría a la luna llena con todo su esplendor.
Miré a mi alrededor. Las lámparas de aceite colgadas una del techo, otra encima del estante y otra en la mesa de noche estaban dos apagadas y la de la mesita de noche encendida, e iluminaba una bandeja de plata con un gran surtido de alimentos. Pronto recordé que hacía prácticamente un día que no comía. Me incorporé en la cama y me puse la bandeja encima del regazo. Probé una cucharada de sopa, aún caliente. Seguramente mi madre la había ido calentando a medida que veía que yo no me despertaba. Cuando mi madre se empeñaba en que alguien tenía que comer la sopa caliente, el susodicho siempre la acababa comiendo caliente.
Rápidamente comí todo lo que había en la bandeja: pan, queso, sopa, carne y agua.
Dejé la bandeja un momento encima de la mesita y me levanté. El cansancio y el hambre ya se habían ido, y ya no me dolía el cuerpo. No obstante, todavía mantenía vivos los malos recuerdos. Me volví a preguntar dónde estaría Nireon, y si estaría vivo o… me quité esos pensamientos de la cabeza. Bajé a la cocina a dejar la bandeja, y cogí una jarra de agua, la calenté y la subí al baño, pues me quería dar un baño. Aunque mi madre me hubiese cambiado la ropa mientras dormía, todavía no estaba limpio, y además el agua me ayudaba a relajarme. Eché el agua a la bañera, me desnudé y me metí dentro. Habían pasado muchas cosas en pocas horas que yo aún no había tenido tiempo de aceptar y ni siquiera de asimilar. Había muerto el señor Fardet, que tanto había ayudado a mi familia cuanto ésta lo necesitaba, que había cuidado de Neridas cuando mi padre tenía que trabajar y mi madre ir al mercader, había construido un cuarto de los muebles de la casa y nos había rebajado el precio de la leña muchas veces.
La mitad del pueblo había sido destruido por un escuadrón, por una nación que nos acababa de declarar la guerra, una guerra que nosotros no podíamos ganar, ni siquiera hacer frente.
Que fiesta de elecciones más sonada, pensé yo.
Un chispazo recorrió mi mente a la velocidad de la luz.
¿Quién había matado a los soldados que habían matado al señor Fardet? ¿Quién me había salvado?
Tenía muchas preguntas que hacerle a mi padre, aparte de esas. Toda mi mente era un caldero de preguntas, y cada vez surgían más.
Lo que estaba claro es que alguien nos había salvado, había repelido el ataque de los Soldados Silenciosos y había impedido que el pueblo ardiese ahora como una pira.
Salí de la bañera, me sequé y me puse la ropa que me había dejado mi madre encima de la mesita de noche.
Quité el agua sucia y dejé la ropa en la cesta de ropa para lavar. Ya aseado, me estiré en la cama y me tapé con las mantas. Dejé mis cavilaciones para dormir un rato, quería recuperar el ritmo de sueño que había tenido.
Mañana será otro día, pensé.
Como más adelante entenderéis, estaba muy, pero que muy equivocado.


-Cinco minutos –anunció Lorir.
La alegría era presente en el resto del grupo.
De repente, Lorir paró e hizo parar a su brigada con un gesto.
Habían un semielfo, un enano, una elfa y un humano cortándoles el paso.
Lorir y sus compañeros reconocieron al enano, Karenam, llamado Martillos Danzantes, a la elfa, Iltyan, que estaba apuntándoles con el arco tensado, la Flecha de Oro élfica, Lorarto, el mago, a quien las manos relucían con una luz eléctrica mientras recitaba palabras arcanas. Un dragón dorado cubría las espaldas del grupo.
-Hola, chicos. Os esperábamos –dijo Ketros, el semielfo, mientras desenvainaba sus dos espadas gemelas.
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MensajeTema: Re: Ketros y el dragón dorado (Título provisional)   Ketros y el dragón dorado (Título provisional) EmptyMiér Ago 11, 2010 4:24 pm

WUOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!
Guaaaau Yoondy, me ha encantaaaaaaaado cheers
Se te da genial narrar!! Además me gusta que las dudas se vayan resolviendo capítulo tras capítulo, dan ganas de leer MÁAAS!!!
En serio, escribes genial Very Happy
Muchas felicidades!!
Continúa pronto, andaa :3

Un saaludo!
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MensajeTema: Re: Ketros y el dragón dorado (Título provisional)   Ketros y el dragón dorado (Título provisional) EmptyMiér Ago 11, 2010 5:46 pm

¡Chii! ¡A mi también me ha encantado!
Espero que sigas muuuy pronto, rana-tuga, porque a mi me moria de pez se le olvidará ls historia y tendré que empezar de nuevo y... no, que soy muy vaga. Ale ale, a colgar cosas pronto ¿eh? Que quiero inteterararme quién mató a quien y que van a hacer estos. Después de dos años nos lo debes ¿no cres? ¬¬
Smile
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MensajeTema: Re: Ketros y el dragón dorado (Título provisional)   Ketros y el dragón dorado (Título provisional) EmptyVie Ago 13, 2010 8:53 pm

Anuncio anunciador: Después de este capítulo, la narrativa cambia un poco, ya que abandoné esta historia un año y medio. Aunque cambia a mejor ^.^
Sin más, aquí lo tenéis.

------------------------------------------------------------------------------------------------------
El despertar



Al principio, aunque nadie estuviese allí para verlo, fue bastante normal. Un volcán aparentemente inactivo en medio de un bosque fantasmal. Un estruendoso sonido anunció el principio de la erupción. Esta vez era más fuerte, esta vez la furia del volcán era fuera de lo normal. La oscura y tenebrosa calma del bosque se vio interrumpida por un sonido fuerte. Cuando la lava empezó a caer y a destruir todo a su paso, hasta el oscuro y amenazador bosque parecía empequeñecer en cara a la nueva y destructiva amenaza.
Pero pasó algo insólito.
La lava dejó de avanzar, y toda la que ansiaba por salir se quedó en el cráter, como si hubiese una fuerza invisible que las retenía. Una forma empezó a formarse entre la lava, una figura la cual no se podía distinguir bien. Estaba cubierta de lava, que iba resbalando hacia el exterior del cráter, como si estuviera obedeciendo algún tipo de orden. La figura emergente se movió, sacudiéndose la lava restante. No era una forma definida, sino una silueta de oscuridad en constante cambio. La silueta empezó a descender del volcán. Todo lo que había a su alrededor empezó a cambiar. Las piedras temblaban y se entrechocaban con otras, los arboles se doblaban y se partían y no había rastro de ninguna criatura, ya que todas habían huido despavoridas.
La oscuridad se cernía sobre la tenebrosa figura, a la vez que la figura se cernía sobre la oscuridad. Allí estaba, la personificación de la maldad, de la perversidad. La representación del miedo.
Era un diablo, y lo sabía.
Había sido enviado allí para interrumpir el curso natural, para seguir igualando la batalla eterna entre el bien y el mal. Y lo sabía.
Una vez bajó del volcán, supo que allí comenzaba su batalla.
Nadie vencería la guerra, pero sí esta batalla.
Porque la guerra era eterna.
Porque la batalla acababa de empezar.
El demonio sonrió.


Última edición por Yondy el Sáb Ago 14, 2010 2:01 pm, editado 1 vez
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MensajeTema: Re: Ketros y el dragón dorado (Título provisional)   Ketros y el dragón dorado (Título provisional) EmptyVie Ago 13, 2010 9:04 pm

Ala. Ala. Ala. Ala.

ALAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Pero, pero, pero... ¿Qué es esto?
:O:O
Nos vas a dejar con la intriga de lo que pasó en la lucha, ¡¡malo malísimo!!
Bueno, espero ver pronto lo que une a este demonio con el resto de la historia! Smile

Un besaazo!
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MensajeTema: Re: Ketros y el dragón dorado (Título provisional)   Ketros y el dragón dorado (Título provisional) EmptySáb Ago 14, 2010 4:54 am

Ala, ¿queríais más? Aquí tenéis ^.^ Ya le llevo seis capítulos de ventaja a este. Os prometí un cambio en la narrativa, aquí lo tenéis.

____________________________________________________________________________________________________________

Nireon

Se despertó. No sabía cómo, ni dónde, ni cuándo. No le importaba. Aún no. No, Nireon estaba demasiado aturdido aún. Su observador, quizá también su carcelero, lo observaba atentamente.
No se dio cuenta de que estaba atado de pies y manos, pero no le importaba. Sólo recordaba un gran vacío. Pero eso tampoco le importaba. Lo importante era Delos. Se había salvado. Delos. De repente, un maremoto de recuerdos le llego a su aún ofuscada mente. Quizá demasiados, pero una parte de él luchó por resistirse a ellos. Pero nada podía detenerlos. Así que simplemente, dejó que dejaran huella en sus pensamientos. No sabía que había pasado, pero no le importaba. Guardaba una extraña serenidad después de lo que había pasado. Miró al hombre que tenía al lado. No le dirigió la palabra y volvió a apartar la mirada. Fue el hombre quien lo hizo:
-Creo que no deberías haberte despertado tan pronto. ¡Najt! –gritó a posiblemente otra persona-. ¡El crío se ha despertado!
-Por mí como si se pone a bailar, Morelli. Es el elemental. Hay que llevarlo al Señor Rakdeness.




Neridas le llevó ese día la comida a Delos. Aún dormía. Neridas se preguntó qué tan terrible le había pasado a Delos. Todos pensaban que ella era aún demasiado pequeña cómo para saber ciertas cosas. A ella no le importaba. Sabía que todos estaban equivocados. Nadie sabía que tenía una velocidad mental para ciertas cosas como el cálculo o las deducciones que podía impresionar al más listo de Niargath. Pero se conformaba con guardar su secreto. Neridas sabía que su madre era consciente de que en su hija había algo fuera de serie, cierta madurez extremadamente prematura en ella. Neridas también sabía que a su madre eso le alegraba a la vez que la asutstaba.
Neridas sabía que algo raro había en ella, pero dudaba.
¿Era una persona especial o era un monstruo?
Neridas tenía seis años en aquél entonces.


Nireon volvió a dormir. Horas después, despertó, mucho más lúcido de lo que estaba antes. Estaba en un carro. El hombre llamado Morelli aún lo estaba vigilando.
-¡Najt! ¡El niñato ha vuelto a despertar! –gritó Morelli.
-¡Que me importa un rábano, condenado imbécil! –masculló el supuesto Najt, que estaba conduciendo.
Nireon observó a su alrededor. Era de día. Morelli estaba sentado en una caja.
-¿Qué miras, mocoso? –preguntó el hombre.
-Lo feo que eres, cría cuervos –respondió Nireon.
Morelli resopló y le dio un puñetazo en la cara.
-¡Ah! ¡Estúpido! ¡Me debes haber partido el labio! –dijo, sangrando por la boca.
-Y te romperé más cosas como no cierres esa bocota partida, criajo.
Nireon estaba insoportablemente dolorido, y la sangre le resbalaba desde la boca hacia la barbilla.
-¿Cómo te llamas? –preguntó Morelli.
-Ereses –dijo Nireon.
-¿Ereses? –el hombre abrió los ojos como platos.
-Ereses Túpido –dijo Nireon, tronchándose a pesar del dolor que le producía la boca.
El hombre se quedó indiferente, e iba a hablar, pero justo cuando sus labios iban a producir algún sonido, captó la indirecta. Le dio un puñetazo a Nireon en el estómago, y éste se quedo sin respiración unos instantes.
-Si te vuelves a burlar de mí te mataré –dijo Morelli.
-No, no lo harás –dijo Nireon a duras penas-, porque si lo haces, ese tal Raknosequé te torturará hasta matarte.
-Rakdeness, niñato. Si no le muestras respeto el si que te torturará.
-Como debe haber hecho contigo, ¿no? Das pena.
Morelli pensó seriamente en romperle las piernas, pero se preguntó si inválido le serviría a Su Señor.
-Ahora sin engaños, condenado, porqué te arrancaré la lengua. ¿Cómo te llamas?
-Nireon, respetable señor Moro. Nireon Garrader. Opino que es muy divertido tener padres, aunque seguramente Tu Respetable Señor Muy Honorable Blablabla los habrá matado.
El hombre se enfurismó, pero luego pensó lo que podría pasar si el elemental llegaba muerto a su destino.
-¡Najt! ¡Se llama Nireon Garrader! ¿Le interrogo sobre Los Otros o...?
-¡¡ESTÚPIDO IMBÉCIL!! –respondió Najt-. ¡¡No es ese al que buscamos!! ¡¡Estamos muertos por culpa de tu idiotez!! ¡¡El que buscamos se llama Delos Williams!!
Najt se levantó y saltó a la parte donde se encontraban los otros dos.
-Ah –dijo Nireon, mientras Najt se acercaba a él-. Tu eres todavía más feo, pero te puedo decir que Delos esta lej...
Najt no le dejo acabar. Le torció el cuello con un brusco movimiento, lo desató y arrojó su cuerpo inerte a la carretera.
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MensajeTema: Re: Ketros y el dragón dorado (Título provisional)   Ketros y el dragón dorado (Título provisional) EmptySáb Ago 14, 2010 1:22 pm

Bueno buenos, que interesante anda la cosa ¿no? ¡Ah! Y mil perdones por no leer el otro cacho TT__TT
He visto algún que otro fallo (¿Los bosques pueden estar en ruinas?) pero lo siento, no me acuerdo de asi ninguno. Y ahora... No tengo ganas de mirarlo. ¿Sabías tú que Cervantes fue un autodidacta? Pues ea, toma ejemplo. xD
¡Y sigue pronto!

Te has cargado a Nireon TT______TT
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MensajeTema: Re: Ketros y el dragón dorado (Título provisional)   Ketros y el dragón dorado (Título provisional) EmptySáb Ago 14, 2010 3:57 pm

Joeeeeeeeeeeeer Yooondy, pero que malo ereeeeeeeeees >.<
Pobre Nireon TT.TT
(Por cierto, estoy escuchando la canción de Hero, me ha acabado gustando ^^)
CONTINÚA PRONTO, O ME ENFADO!!
Que estoy preocupada por Delooos >////////////<
Cómo le toquen un solo pelo, mueren ¬¬"

Un besaaazo^^
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